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Son las enfermedades mentales, desajustes, alteraciones, afecciones que alteran los modos naturales del conocer y del expresar el conocimiento.
Es rasgo básico de los seres racionales, ya que los irracionales tienen conocimientos sensoriales y sus trastornos no pasan de ser orgánicos y reactivos. Los del ser humanos pueden ser más profundos y misteriosos, pues afectan a la autoconciencia de sí mismo. Los síndromes psíquicos y conductales de los que padecen trastornos de este tipo suponen un abanico muy variado y oscilante en formas y niveles: oligofrénicos, autistas, paralíticos cerebrales, esquizofrénicos, etc.
Los trastornos, cuanto más prematuros surgen, mayores alteraciones provocan en la personalidad global y mayor angustia generan en el entorno de la persona que los sufre. Después de largos siglos en los que se asociaron los signos con determinadas influencias extranaturales (demonio, magia, encantamiento, etc.), los médicos se inquietaron por su tratamiento. La psiquiatría empezó hacia 1790 con el estudio de las sintomatologías por Philippe Pinel, médico queecidió quitar las cadenas a los trastornados mentales, reeducarlos como enfermos con derecho a peculiar tratamiento diferencial: de los esquizofrénicos, de los dementes, de los psicóticos, de los maniacodepresivos, etc.
Especial atención merecen los desajustados infantiles, por las posibilidades de mejora, si no de recuperación, que una adecuada pedagogía puede proporcionar. El retraso mental prematuro se diagnostica por la incapacidad para aprender con normalidad y llegar al comportamiento autorresponsable. (Ver Especial. Catequesis)
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